La cocina Italiana tiene sus raíces en las cocinas griega, romana y árabe. Estos pueblos se asentaron en algún momento de la historia en Italia, y desde allí forjaron una cultura gastronómica que se ha extendido por todo el mundo. Al hablar de comida italiana lo estamos haciendo de una amplia historia y por supuesto de su valor añadido que reside en la mezcla y su fusión cultural.
En torno a la comida italiana surgen todo tipo de comentarios y especulaciones, muchos dicen tajantemente que es una comida muy copiosa y que “engorda mucho”, para otros la comida de Italia es bastante limitada: se conocen poco más que la pasta y la pizza, y muchas veces se asocian como principales ingredientes quesos, natas y acompañamientos grasos que es lo que suman esas calorías extras que nadie quiere.
Pero hoy os traemos cinco razones para elegir comida italiana sin sentir ningún remordimiento.
- Variedad gastronómica
- Gusta a todo el mundo
- Saludable y equilibrado
- Favorece el rendimiento intelectual y físico
- Alimentar un buen estado de ánimo
Cuando pensamos en comida italiana nos acotamos a pizzas y pastas, dentro de estos platos estrellas podemos encontrar muchas combinaciones diferentes, atendiendo al tipo de ingrediente, el relleno de la pasta o la salsa empleada para acompañar.
Pero la oferta gastronómica italiana no se limita a esto solamente, también hay antipastis, ensaladas como las deliciosas burratas, risottos, su variedad de carnes y por supuesto, sus postres caseros.
En relación a esta primera razón previamente comentada, esta variedad gastronómica hace que los restaurantes italianos gusten a todo el mundo y se conviertan en un lugar ideal para tener cualquier tipo de celebración en familia, pues sus platos gustan tanto a los más pequeños de la casa, como a los más mayores. Hay un plato para cada paladar.
La gastronomía italiana tiene como base la dieta mediterránea, la cual, es considerada la más sana del mundo. Los ingredientes principales son productos directamente obtenidos de la naturaleza, tales como el aceite, que reduce el riesgo cardiovascular. Verduras y frutas frescas, que favorecen el tránsito intestinal por su cantidad de fibra, y que gracias a su gran aporte vitamínico ayudan a mantener niveles óptimos de salud. Y por si quedaba alguna duda, según los nutricionistas, la dieta mediterránea “mejora la esperanza y la calidad de vida debido a su aporte natural de nutrientes”.
Es sabido que el cerebro para funcionar necesita glucosa, porque es su principal fuente de abastecimiento. La glucosa está presente en los hidratos de carbono, y por tanto en la pasta. Es una manera rápida y saludable de obtener nutrientes de absorción lenta para que el cerebro funcione en unos niveles nutricionales óptimos.
Así mismo, favorece el rendimiento físico. Los deportistas consumen previa y posteriormente a la actividad física pasta debido al gran aporte energético que generan.
Según un estudio elaborado por la American Medical Association, aquellas personas que llevan una dieta basada en el consumo elevado de carbohidratos y en el escaso consumo en grasa son considerados personas con menores niveles de ansiedad y depresión. Según dicho estudio, este tipo de alimentación, tiene efectos beneficiosos sobre el bienestar psicológico, ayuda a las personas a sentirse más felices que aquellos que llevan una alimentación con menos hidratos de carbono pero con más carnes y lácteos.